Vengo del mar es una comedia dramática, o un drama cómico, que habla de la necesidad de ser escuchados en un mundo donde siempre tenemos prisa. Partiendo de una sencilla conversación en un parque, la obra nos invita a detenernos y conceder ese tiempo que, aunque valioso, pocas veces sabemos ofrecer.
El filo de las mariposas transcurre en un psiquiátrico al borde del cierre, donde seis pacientes esperan un traslado que nunca llega mientras desvelan su pasado entrelazado con el presente. En esta convivencia forzosa, lo irracional y la lucidez se mezclan en una reflexión sobre los conflictos personales y el deseo de renacer.
Fernando organiza un fin de semana en su casa de campo para disfrutar junto a su amante. Para cubrirse, cuenta con la complicidad de su amigo Carlos, que servirá de coartada, y contrata a una cocinera para que todo resulte perfecto. Lo que no imagina es que su mujer, Mercedes, cambie de planes a última hora y aparezca en la casa.
En Tartufo, Molière nos ofrece una comedia que, tras años de prohibición, vio la luz como un retrato audaz de la hipocresía disfrazada de devoción. Su sátira pone en evidencia cómo la falsa religiosidad puede manipular y corromper, enfrentando a la gente sencilla y honesta con quienes se escudan en el poder y la impostura, en una obra tan popular en su tiempo como vigente en el nuestro.
«El matrimonio Palavrakis» cuenta la turbulenta vida conyugal de Elsa y Mateo, víctimas de malos tratos desde la infancia hasta el final de sus vidas y tiene como tema central las emociones que surgen entre ellos a la hora de tener una hija.
Los extremos se alejan, se odian, no se quieren cerca, pero a veces chocan y se crean los bandos. ¿A dónde nos llevan? Quizás no podamos elegir lo que creemos, pero sí como tratar al que piensa diferente. Una reflexión sobre como las posturas extremas pueden elegir entre dialogar y entenderse o dejarse llevar y destruirse.
En una discreta funeraria, la aparente rutina se ve alterada con la llegada de unos clientes peculiares cuyas peticiones, de dudosa legalidad, despiertan la ambición de Paulino, el hijo del propietario. A partir de ahí, los trabajadores se verán envueltos en situaciones tan peligrosas como disparatadas, dando lugar a una comedia donde nada es tan santo ni hay tanta paz como parece.
En un teatro cualquiera de una ciudad española cualquiera de 1959, un grupo de artistas se dispone a pasar por el Tribunal del Sindicato de Espectáculos con el fin de obtener el carné de cantante. A la espera de que llegue el Tribunal, los aspirantes se van conociendo y entablando amistades y enemistades, así como envidias y rivalidades.
Escenas contemporáneas, divertidas Y sencillas, como unas zapatillas de casa con tacones. Personajes con posibilidad de transformación y evolución relacionados con los cambios sociales que vive este mundo nuestro, transitando entre el olvido de un siglo anterior desastroso y el miedo a pensar que lo humano ha sobrepasado los límites y la natura trata de librarse de ellos.
Una plantilla de atracadores es una trepidante comedia que se enreda cada vez más conforme avanza la acción, mostrando a la plantilla de una sucursal bancaria decididos a protagonizar el atraco del siglo. Pero ese minucioso plan, con un aire de Robin Hood, se complica de forma inesperada y las cosas no salgen precisamente como habían calculado.