La obra arranca con una anécdota simple: un hombre entra a un departamento para asaltarlo; la mujer lo controla llamándolo por teléfono a “su trabajo”, llega el dueño de la casa con su amante, atiende el teléfono, se crea una confusión y esto atrae a su propia mujer, que aparece entonces en escena. Luego la esposa del ladrón, que ya ha sido descubierto, también hace su entrada.
Los engaños se suman a las mentiras, las identidades se modifican y por último cae en el ya repleto apartamento el marido de la amante del dueño de la casa, que cierra el círculo de los interesados, jugando el mismo juego de los demás y apostando a la confusión como cortina de humo que a todos beneficia.
Así, el ladrón resulta finalmente el más honesto de todos los participantes en el juego.
Mikel Aguirre
Mª Carmen Bengoetxea
Mikel González
Iralko Mugueta
Txetxus Sanz
Marina Quintanilla
Joaquim Moleiro – Iluminación y sonido
Dario Fo
Mikel Aguirre Errea